Esta noche, a las 21 hs de Miami, Donald Trump y Joe Biden, ambos precandidatos en las próximas elecciones de Estados Unidos, discutirán sobre los temas más importantes en el primer debate presidencial. Esto no solo será la antesala del rumbo que tomará el país, sino también de los “drinking games” que se desarrollarán en casas, bares o en cualquier lugar con una televisión que sintonice el evento.
Estos son juegos que implican beber sorbos de una bebida alcohólica cada vez que ocurre algo en particular durante un evento. En el contexto de disputa entre Trump y Biden, estos entretenimientos se centran en las frases y acciones de los candidatos.
Los participantes crean reglas específicas y, cada vez que se cumple una de estas, deben tomar un sorbo de su bebida. Estos juegos no solo añaden un elemento de diversión al debate, sino que también mantienen a los espectadores atentos a cada palabra y gesto de los precandidatos.
Cómo hacer un“Drinking Game”
El New York Post propuso su propio conjunto de reglas para el evento de esta noche. Según sus instrucciones, los participantes deben beber un sorbo de su bebida favorita cada vez que Joe Biden mencione o diga lo siguiente:
Para Donald Trump, las reglas son las siguientes:
Además, los participantes deben beber un sorbo cada vez que ocurra cualquiera de las siguientes situaciones:
Si se logra un acuerdo entre ambas partes, el medio sugiere que los participantes deberán beberse todo su gabinete de alcohol.
USA Today propone un juego basado en clichés políticos. Cada jugador elige un cliché o una línea esperada, como “mis compatriotas” o “nosotros, el pueblo”. Cada vez que se pronuncia el jugador bebe. La primera persona en terminar su bebida gana.
Reglas:
Impacto y popularidad de los “Drinking Games”
Estos juegos no solo son una manera divertida de seguir el debate, sino que también reflejan la atención y el interés que generan las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los “drinking games” se han convertido en una tradición para muchos espectadores, lo que añade una capa de entretenimiento a eventos políticos importantes.
LA NACION